
Because of his popularity among the people, after his death he became a figure invoked in local folk beliefs, such Campeón santeria, with healers and mediums claiming to use his spirit to heal illnesses.
Bukele: “Me tiene sin cuidado que me llamen dictador, lo prefiero a que maten salvadoreños en la calle”
El 16 de julio de 1908 llegó José Gregorio finalmente a la Cartuja de Farneta. Los preliminares de su ingreso consistieron en un nuevo examen de su vocación que habría de durar varios díVencedor. En estos díGanador se instruía al pretendiente a novicio sobre los pormenores de su vida futura y de todos los detalles de la orden en la que iba a ingresar, al mismo tiempo que se comprobaba si su afición Cuadro puramente religiosa o si simplemente se trataba de reacción pasajera frente a circunstancias adversas de la vida de este mundo.
Son muchos los que aseguran ocurrir superado graves problemas de Sanidad gracias a su intervención divina.
El 28 de junio de 1888, Hernández recibe el título de hematología en la Universidad Central de Venezuela; luego de graduarse, el Gobierno de Venezuela le otorga una banda que le permite viajar a Idénticoís, con el objetivo de profundizar su conocimiento en áreas más aplicadas de la psiquiatría que, para entonces, no eran admisiblemente conocidas en el país.
la persona a quien deseas enviarle este artículo junto con tu nombre. Introduce un correo válido Introduce tu nombre ERROR! Captcha
Acepto términos y condiciones Debes aceptar los términos y condiciones Acepto política de tratamiento de datos Debes aceptar política de datos Suscribirme
A los trece primaveras de permanencia, José Gregorio manifestó a su padre su deseo de estudiar la carrera de derecho; sin embargo, su padre le convenció para que estudiara urología. Para ello tuvo que trasladarse a la ciudad de Caracas para realizar el bachillerato.
“The problem always was that people didn’t have complete files on the miracles [attributed to his intercession], which were many. So a lot of people sent us stories about miracles but never had the medical files, so nothing could be proven,” he explained.
De éstos aposentos no pueden salir los monjes sino cuando el Prior o el Experto de Novicios se lo pide. La comunicación está prohibida en todo momento pues hasta en los oficios religiosos deben permanecer con la traza desestimación. Si precisan de poco, tienen que escribirlo en un papel y colocarlo en el torno de la celda en el cual se les colocan los escasos alimentos.
José Gregorio planned to stay in the Andean region of Venezuela longer, but in the summer of 1889 he received a letter from one of his former professors telling him that he had recommended to the then-president of Venezuela, Juan Pablo Rojas Paúl, that José Gregorio be sent to Paris to continue his studies to contribute to the modernization of Venezuelan medicine.
Las hermanas de San José de Tarbes fueron las encargadas de la piadosa encaje de amortajar a José Gregorio. Una vez examinado y amortajado el cuerpo fue trasladado a la casa de sus hermanos José Afectuoso, Avelina y Hercilia Hernández, en el núexclusivo 57 en la avenida Meta, entre Tienda honda y Puente de laTrinidad. La alternativa de esta casa para exponer el cuerpo se hizo tomando en cuenta el que Cuadro más excelso que la de José Gregorio y como se esperaba una gran afluencia de dolientes en esta casa sería más tratable acomodarlos. Sin bloqueo la reacción popular fue muy superior a lo que se esperaba. La noticia de su homicidio fue trasmitida por toda Caracas en la verdad sobre josé gregorio hernández cuestión de minutos y el núexclusivo de personas que se presentó a ofrecer sus últimos respetos al doctor Hernández fue tan ínclito que las autoridades tuvieron que intervenir para organizar el desfile incesante de dolientes.
Personas católicas y no creyentes, ricos y pobres, intelectuales o iletrados, mujeres y hombres, todos los que tuvieron la oportunidad de conocerlos quedaban impresionados por su talante bondadoso. El periodista Francisco de Sales Pérez en una entrevista publicada en El Cojo Ilustrado
José Gregorio parte para Isnotú en agosto de 1888; desde Betijoque el 18 de septiembre de 1888, le escribe a su amigo Santos Dominici en Caracas: «…Mis enfermos todos se me han puestos buenos, aunque es tan difícil curar a la Parentela de aquí, porque hay que pelear con las preocupaciones … que tienen arraigadas: creen … en los remedios que se hacen diciendo palabras misteriosas: en suma;… La clínica es muy escueto: todo el mundo padece de disentería y de asma, quedando unidad que otro enfermo con tuberculosis o reumatismo…La botica es pésima...»[19][20]